Nocaut al falso concepto de violencia

«Lo contrario a la violencia no es el pacifismo, es la autodefensa, el pacifismo tan sólo allana el camino a la violencia al no oponer resistencia»

-Un barriobajero.

Todo lo que expongo es en mayor o menor medida rebatible, cuestionable, no pretendo decirle a nadie cómo tiene que pensar, para eso ya está toda la estructura de Estado, pretendo dar otra perspectiva, cuestionar el relato hegemónico y matizar conceptos.

Cansado de escuchar y leer cómo a muchas prácticas se las acusa de «violentas» decidí plantear esta inflexión. Casi siempre por no decir siempre que se habla de violencia se reproduce el discurso de los medios de comunicación capitaneados por élites capitalistas, el discurso de las diferentes instituciones que forman al Estado, se habla de «manifestantes violentos» de «acciones violentas», se crea una dualidad entre manifestantes «violentos» y «pacíficos», una dualidad que juega siempre a favor de quienes nos gobiernan, esa dualidad que persiguen para el «divide y vencerás»que tanto le gustaba a J.César, esa dualidad que entre todas deberíamos pulverizar, redirigir el enfoque de enfrentamiento bajo discursos demagogos es una especialidad del Estado, demonizar bajo un relato falaz y así aislar una posible amenaza, también. No caigamos en sus trampas, tendamos puentes entre nosotras, derribemos los muros de rivalidad que pretenden interiorizarnos.

 

Pese al esfuerzo del Poder en clasificar a las que componen las manifestaciones, en construir para el imaginario colectivo dos sujetos políticos para su futura guerra fraticida, no existen tales categorías, solo la sugestión a la población por parte de quienes ven amenazado su Poder. Uno de los lemas del «Banc Expropiat» disuelve esa falsa dualidad, «Amb caputxa o sense, el Banc Expropiat es defensa. Hi ha mil maneres de resistir, escull la que et faci sentir més còmode.», lo que implica una defensa colectiva de derechos y libertades mediante una diversidad de tácticas, sin caer en estigmatizar a quien prefiere ocultar su rostro ante el océano de cámaras que nos vigila, ante nazis deseando identificar militantes, y ante otros nazis, unos que suelen llevar placa. Hago hincapié entorno a quienes se encapuchan porque es a quienes se criminaliza, algo que debería dar que pensar.

 

 

Tras el transcurso de algunas manifestaciones los medios empiezan con su guerra comunicativa, señalar, estigmatizar y demonizar a las manifestantes que se salen de la norma, que cansadas de dar paseos de 2 horas escoltadas por la Policía, rompen un poco el ritual de hacer de una jornada de lucha, una misa callejera con permisos de Estado. Deberíamos entender que lo que pretenden, teniendo en cuenta que están financiados por bancos, no es difundir nuestras luchas, nuestros valores, sino que siguen una estrategia bastante sencilla, la de satanizar a parte de la lucha social que consideran una amenaza si se socializa, para así aislarla de la población consiguiendo neutralizar su potencial, y preparar a la opinión pública para que justifique una posterior represión.

 

 

Pasemos al siguiente punto, vamos a entrar a diferenciar la violencia, de las distintas respuestas populares a la misma. (no hay puntos a seguir, pero quedaba bien y me daba pereza máxima cambiarlo)

Dentro de la clase oprimida se dan diferentes métodos de defensa ante el Capitalismo, como pueden ser la autodefensa, el sabotaje y las expropiaciones que se convierten en una necesidad ante las diferentes injusticias que desencadena el sistema capitalista, ya no es cuestión muchas veces de que seas más o menos combativa, sino de que tienes que buscarte la vida para sobrevivir en la miseria, y negarte a usar ciertos métodos que el amo considera malos, solo te condena a la hambruna, la violencia física , esclavitud y a veces también, a la gilipollez.

La autodefensa es cualquier respuesta al monopolio de la violencia del Estado en un territorio, por parte de las oprimidas, ya sea una lluvia de molotovs durante una manifestación para romper las líneas policiales y dificultar la represión, piedras, patadas al mentón o una milicia como las YPJ del Kurdistán Sirio, así como los grupos de autodefensa comunitaria de Guerrero, Jalisco   y Michoacán que luchan contra narcotraficantes y policía, las patrullas antifascistas de Atenas (recordemos que el 50% de la Policía en Grecia vota a Amanecer Dorado y les apoyan en manifestaciones), todas son una respuesta ante la violencia del Estado por medio de sus aparatos represivos fuertemente legitimados, pregúntate si no, por qué no se cuestiona nunca la violencia de la policía y ejército, sino que se justifica, y por qué siempre se cuestiona la autodefensa popular, por qué una está amparada por la ley y otra perseguida por la misma.

 

 

Otro método es el sabotaje, que puede darse en muchas huelgas de trabajadoras, como la huelga de técnicas de Teléfonica y también en protestas, un ejemplo reciente, la quema de máquinas excavadoras en Murcia durante la lucha vecinal por el soterramiento del AVE, podríamos decir lo mismo de Gamonal, Can Vies (Sants) y un largo etcétera de luchas vecinales, al igual que cualquier escaparate roto del Zara. Por cierto, antes de seguir, mover contenedores para obstaculizar el paso de la Policía y quemarlos, no es violencia, un contenedor no sufre, no tiene sistema nervioso, no va a llorar ni nada, pero las personas que cada día buscan comida en esos mismos contenedores si lloran y hasta pasan hambre, y no parece indignar tanto.

 

 

 

 

Del último método que voy a hablar, es la expropiación, bandolerismo revolucionario, impuesto revolucionario o como yo lo prefiero llamar, reapropiación, lo que viene a ser pasar por el super sin pagar, que en jergas más de barrio lo llamamos sajar o cholar. Este método se convierte en una necesidad apremiante cuando tu nevera tiende a estar más vacía que llena, cuando el sueldo de mierda que cobras al trabajar en ese bar no te llega ni para pagar el alquiler, o también cuando las necesidades de un barrio popular se ven en riesgo y un grupo de alegres bandoleras decide que un banco tiene que aflojar un poco de lo que roba a diario y socializarlo con quienes viven entre cartones y con suerte, comen una vez al día. No hay violencia en cubrir nuestras necesidades materiales cuando el sistema nos condena a una vida de mierda, teniendo en cuenta además que todo lo que se produce, lo producen las trabajadoras, simplemente nos apropiamos de aquello que es nuestro, de aquello que cada día producimos con nuestras manos y que luego nos roban y venden como si fuéramos imbéciles, teniendo también en cuenta su robo legal diario, llamado plusvalía a lo que ellos/as llaman, beneficios, no hay ninguna razón para no hacerlo, y cada vez hay más necesidades que nos arrastran a ponerlo en práctica.

 

 

Sobre caracterizar a las revoluciones sociales de violentas, es un tanto irracional, sé que os estaréis echando ahora mismo las manos a la cabeza, pero existen las tilas, laxantes e incluso la reflexión, que no cunda el pánico. Denominar violencia a un conjunto de prácticas que se llevan a cabo de forma masiva por la población oprimida contra el Poder que la oprime, es un tanto absurdo, quien tiene el monopolio de la violencia como recordaba Weber, es el Estado, por lo que una respuesta masiva a la misma, es simple y llanamente autodefensa popular.

“Se define el Estado como la institución que posee el monopolio legítimo de la violencia dentro de un territorio.”          -M.Weber

 

A una escala mucho menor, es como afirmar que el chaval o la chavala que se defiende un día tras meses o años de acoso escolar, a hostias, es violento/a, como las migrantes que sufren a diario redadas racistas de la Policía y ante el hartazgo se defienden para librarse de la violencia racista en ese espacio de tiempo, como la mujer que cada día sufre violencia machista y decide meterle un cuchillo por la garganta a su agresor, ¿todo eso es violencia, o es la autodefensa de quienes sufren la violencia a diario?.

 

Tiene que existir una relación de Poder, como es el racismo, machismo, homofobia, transfobia, capitalismo, especismo y muchas más, para que exista la violencia, pues es inherente a ella, y no la respuesta de quienes dentro de esa relación de Poder pretenden defenderse, protegerse o liberarse de la misma.

Añado un último apunte más sobre el concepto de revolución, (no porque tenga que ver mucho con el texto, sino por incomodaros) asociar a cualquier levantamiento que no cuestione y acabe con las diferentes estructuras de Poder, el nombre de revolución, es un error, una revolución deja de serlo en el momento en el que reproduce lo que pretende destruir y sustituir, ésta, si pretende considerarse como tal, debería romper con los anteriores esquemas dominantes.

Escupido por Irreverent ( @Nen__17 en twitter)